Arthur Huang, un ingeniero que trabaja para la National Geographic como explorador emergente, creó una máquina que convierte todo el plástico que sobra en los hogares en bloques y laminas que pueden usarse para la construcción de paredes y suelos. 
Trashpresso, como se llama la máquina, funciona por medio de energía solar. “Esta máquina es un prototipo de lo que el reciclaje debería ser en un futuro”, comentó Huang a la publicación National Geographic. Hasta el momento, el ingeniero ha construido dos Trashpresso completamente funcionales.
Además, Arthur Huang creó una empresa llamada Miniwiz. Su emprendimiento busca ayudar e incentivar la economía circular (crear nuevos materiales a partir del reciclaje). Y desde el 2005 ha construido muebles, accesorios, material para construcción. Inclusive, un pequeño avión.
“No importa a donde vaya Trashpresso, siempre hay material para hacer funcionar la máquina. Inclusive, las pequeñas ciudades tienen el mismo problema de las grandes ciudades: botellas de agua y otro tipo de basura terminan eventualmente en los ríos y mares”, concluyó Huang.

Menos del 5% del plástico que producimos es reciclado

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De acuerdo a un especial de la publicación National Geographic llamada ‘Hicimos el plástico, dependemos de él. Ahora, nos ahogamos en él‘, el plástico fue lo que hizo la vida moderna posible; sin embargo, más del 40% es usado solo una vez.
Desde su invención a finales del siglo XIX, el ser humano ha producido 9,2 mil millones de toneladas de plástico; alrededor del 6,3 mil millones nunca llegaron a la caneca de reciclaje. Y podría tomar mínimo 450 años en biodegradarse o tal vez nunca desaparezca, de acuerdo con científicos de la Universidad de Georgia.
Así mismo, aproximadamente 700 millones de especies, incluyendo algunas en peligro de extinción, se ven afectadas por los desechos plásticos. Unas de manera visible (atrapadas por el plástico de six pack) y otras, de manera invisible (comen partículas y moléculas que los enferma).
Imagen: National Geographic.